Isabel aprendió el arte del gelato de su padre, Alejandro H. Attolini quien compartió con ella desde pequeña su pasión por la gastronomía.  

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Todos los fines de semana se embarcaban en una nueva aventura dentro de la cocina. Con el tiempo y determinación el gelato se convirtió en una de sus mejores creaciones y lo comenzaron a servir en el restaurante familiar "Paris 16" en donde fue todo un éxito. 

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A través de los años han perfeccionado la técnica del gelato en compañía de maestros italianos, siempre considerando en la propuesta sus raíces mexicanas.

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Isabel ha llevado la empresa los últimos siete años,

creando recetas, equipo y delicias.